Somos una familia que ama su trabajo, haciendo todo con el mismo cariño y sabiduría que nos otorga nuestro conocimiento en el arte de hacer las cosas a mano. Hace más de 100 años nació el deseo de crear el mejor jabón de Alepo, ilusión que ha pasado de generación en generación y que sigue más viva que nunca.
Una marca, no suele ser algo fabricado en un laboratorio o con una planificación estratégica y fría detrás, en la mayoría de ocasiones, una marca es fruto de una historia humana, vital, que se desarrolla a base de emociones y sueños.
Y esa es la historia de Jabones Zanabili, que es a su vez la historia de una familia a la que le apasiona el jabón de su ciudad.
Y como todas las marcas que crecen, no crecen por casualidad, sino fruto del esfuerzo, la constancia y mucho trabajo.
En nuestra fábrica seguimos manteniendo una manera de hacer las cosas artesanalmente, conservando muchos de los procesos heredados que aseguran una producción exquisita y una calidad insuperable.
“Los componentes naturales del jabón Zanabili lo convierten en un producto idóneo para el cuidado tanto de la piel sana como de distintas enfermedades cutáneas tales como la dermatitis atópica y otro tipo de eccemas”
Dr. Cesar Cosme Álvarez Cuesta, dermatólogo
